Las "Cenizas
Blancas" es una meditación sobre la impermanencia y la muerte y cuando la
leo, la vinculo a las palabras finales de Shakyamuni antes entrar en el
Parinirvana: "Todas las cosas son
transitorias, conscientemente esfuércense".
En esta carta todo se reduce a la conciencia: ser o
no ser consciente de tu propia muerte, de tu propia impermanencia.
Creo que las personas generalmente no son
conscientes del hecho de que su vida está siempre yendo a la inevitabilidad de
la muerte. Cuando una persona no toma conciencia desde lo profundo de su
corazón de la impermanencia de la vida y la naturaleza cambiante de todo lo que
lo rodea, esta persona no es aún capaz
de hacer uso de la religión para encontrar un verdadero significado en su vida.
Le prestará toda su atención al mundo exterior y buscará su satisfacción allí.
Recuerdo que en el budismo temprano uno de los más
practicados métodos de meditación era la meditación sobre la muerte. El
discípulo se solía quedar en un cementerio y meditaba sobre un cadáver muerto
viendo su estado de descomposición y se daba cuenta de que lo mismo le
sucedería a su cuerpo también. Así el discípulo se hacía más y más capaz de
tomar consciencia obre la realidad de la muerte, separarse de su cuerpo y
abandonar la vida centrada en el ego. Meditar sobre la impermanencia y la
muerte es,
en mi opinión, la acción más auténtica, es dejar de
mentirnos nosotros mismos. Hasta que no nos demos cuenta de nuestra propia
muerte e impermanencia, nos pasamos el tiempo soñando, haciendo planes y
pensando que tenemos todo el tiempo del mundo para hacer todo, y pensamos que
la muerte se trata de una idea o un buen tema para la poesía.
Las personas de los tiempos modernos no se dan mucho
tiempo parameditar sobre la verdadera naturaleza de la vida. Se comportan como
si pudieran vivir por siempre. Recuerdo una comparación hecha por un sabio
indio, que dijo que las personas ignorantes son iguales a los perros cuando
miran a una persona muerta. Esto es porque cuando ves un perro que ve a otro
perro muerto puedes notar que de alguna manera él mira el cadáver como si no se
diera cuenta de lo que ha pasado. El perro solo inspecciona el cadáver y camina
alrededor sin el más mínimo pensamiento de que la misma muerte le ocurrirá alguna vez a él también. Del mismo modo, la gente mira a una persona
muerta como a algo que no puede pasarle a alguien más, algo así como una mala
suerte.
Entienden la muerte solo a nivel de información pero
no sienten la muerte en su realidad cruda e inevitable. Cuando una persona
comienza a sentir y darse cuenta de la realidad de la muerte y la impermanencia
de todas las cosas, se detiene de repente. Ese detenerse en el camino puede darle a esa persona un verdadero
significado a su vida. La conciencia de la muerte, la enfermedad y la vejez
también fue lo que hizo que Siddhartha dejara su palacio real en busca de la
Iluminación.
Hablando de mí, las palabras que a menudo me vienen
a la mente de la enseñanza del Buda son ideas basadas en la conciencia de la
impermanencia. Las repito casi involuntariamente: "No tengo tiempo, la
vida y la muerte son lo más importante" o "sigue el Camino como si
este fuera el último día de tu vida".
La ley de la impermanencia es lo que me hace un
budista.
Un punto de inflexión en mi vida fue la muerte de
tres personas: un amigo, seguido en sucesión por su padre en unos meses y mi
abuela. En mi historia personal, este fue el período en que dejé las prácticas
basadas en el poder propio y tomé refugio en el Voto Primordial de Amida.
Es muy difícil para mí describir con palabras lo que
sentí en ese entonces. Es una sensación extraña e insoportable sentir tus manos
y todo el cuerpo tan frágil como un fósforo.
A veces el pensamiento de mi propia muerte me
asusta, rara vez leo en paz esta carta de Rennyo. Hay algo impactante y pesado
en las palabras esa carta; esa sensación solo puede ser aliviada al leer
finalmente la última oración de la carta en donde el Maestro Rennyo habla sobre
confiar en el Buda Amida y decir el Nembutsu:
"Así que todos debemos tomar en serio
rápidamente la cuestión de la mayor importancia, la cual es de la otra vida
(vida después de la muerte) , confiemos profundamente en el Buda Amida y
recitemos el Nembutsu ".
En esta última oración está nuestra esperanza, sin
esta última oración toda la carta sería un productor de depresión y tristeza
para personas ignorantes como nosotros, llenas de pasiones ciegas.
Rennyo no dice como en el Sutra del corazón:
"no hay muerte, no hay dolor, no hay principio ni secesión de dolor "
Sino en cambio: "hay muerte, hay dolor, confía en el Buda Amida". De
frente, ante la conmoción de la muerte y
la impermanencia que llega al corazón de toda persona común y corriente Rennyo
no nos habla de cosas sutiles, porque él
no está dirigiéndose a Budas o santos.
Es por esto que yo, como la mayoría en la Escuela Jodo Shinshu; no hago énfasis en que podamos convertirnos en Budas, o la idea de
que todos somos Budas en nuestra naturaleza real y que tan solo debemos
despertar a esta verdad absoluta, sino que en cambio enfatizo la situación
grave en la que nos encontramos lo que estamos aquí y ahora la cual s: Somos es
seres ignorantes que no pueden superar por medio de su propio poder el problema
de la vida y la muerte. A este tipo de seres, el Buda Amida dice: "Todo
está bien, solo confía en mí". Esto es exactamente lo que necesitaba
escuchar. El Voto Primordial de Amida contiene las palabras que busqué
desesperadamente en todo el Budismo. No sé cómo sea para los demás, pero no
creo que yo una sabia oración de un maestro zen pueda hacerme superar este
problema. Para mí, el hecho de que ya tengo la naturaleza de Buda no me salva
ni me da calor; no cambia nada, no me ayuda absolutamente en nada. Sigue siendo
tan solo una hermosa frase.
No puedo superar la perspectiva de mi propia muerte
a través del desapego basado en el poder propio. Me encuentro con muchas
personas que son muy impresionadas por frases sutiles que están mucho más allá
del nivel ordinario de comprensión, tal vez esta es la razón por la cual el Zen
tiene mucho éxito en Europa y EE. UU. por sus koans (1) los cuales dudo que
mucha gente practique en su verdadero espíritu. Pero para mí, la única realidad
es esta:? si muero mañana, ¿qué pasará conmigo? Mis virtudes son superficiales,
por lo que mi próximo nacimiento es incierto si no confío en Amida
Esta es la única realidad para mí. Yo soy el hombre
en Frente a los dos ríos de agua y fuego, estoy rodeado por todas partes de
todo tipo de peligros, estoy asustado y avasallado todo lo que me está pasando,
Amida me está llamando, ¿cómo puedo no contestar a su llamada?
Namo Amida Butsu
Notas al pie:
1 Koan es una palabra o una frase de lenguaje sin
sentido racional que no puede ser "resuelta" por el intelecto. Se
utiliza como ejercicio para romper las limitaciones del pensamiento
convencional y desarrollar la intuición, dando al practicante la oportunidad de
alcanzar un conciencia más allá de la dualidad. Se utilizan como objetos de
meditación en la Escuela Zen Rinzai. Sin embargo, muy a menudo estos koans son
tratados por muchos como simples juegos intelectuales interesantes, perdiendo
así su función original".
*
Carta del Maestro Rennyo aludida en el Artículo:
"Fascículo
cinco
Carta
16 Sobre las cenizas blancas del Maestro
Rennyo
Cuando
consideramos profundamente la transitoriedad de este mundo, [nos damos cuenta
que] nuestra vida es totalmente fugaz a: es como una ilusión de principio a
fin. Y aún no hemos oído hablar de cualquiera que viva diez mil años. Toda una
vida pasa rápidamente ¿ Puede acaso alguien vive ahora vivir y llegar a cien?
¿Moriré primero yo o mi vecino? ¿Será hoy o mañana? No lo sabemos. Aquellos que dejamos atrás y los
que van antes que nosotros son más numerosos que las gotas de rocío que
descansan brevemente debajo de los árboles y en sus puntas de las hojas. Por lo
tanto, podemos tener caras radiantes en la mañana pero en la tarde no será más
que cenizas blancas. Con la llegada del viento de la impermanencia, ambos ojos
son cerrados instantáneamente, y cuando una sola respiración se calma para
siempre, la cara radiante se drena de toda vida y pierde su brillo vibrante. A
pesar de que mi familia y parientes pueden reunirse y llorar con el corazón
roto, todo esto es en vano. Como no hay nada más que hacer, [ la alguna vez
forma familiar] se lleva a un campo periférico, y cuando ha desaparecido con el humo de la medianoche, no
quedan nada más que cenizas blancas.
Esto
es de hecho indescriptiblemente triste.
Y
así, ya que la impermanencia de este mundo crea una condición de incertidumbre
para jóvenes y viejos por igual, todos deberíamos
Inmediatamente
tomar en serio lo más importante que es
el más allá (la vida después dela muerte) y, confiando profundamente en
el Buda Amida, digamos entonces el Nembutsu…
Respetuosamente."
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